Hace unas semanas, me fui de viaje a Francia y me llamó muchísimo la atención una cosa que vi en un escaparate.
Por primera vez en mi vida, me encontré con una publicidad interactiva en 3D, es decir, había en el escaparate una televisión panorámica de grandes dimensiones en donde se podía ver en 3D a un hombre en un cuarto de baño acicalándose como cada día lo haría un consumidor en su vida cotidiana.
Esta empresa que vende cuartos de baño, ha intentado reproducir las acciones más normales del día a día de sus clientes potenciales. De hecho, la empresa se basa en los atributos físicos de su producto para atraer a los clientes, ya que esta publicidad interactiva nos muestra en directo el valor importante de un cuarto de baño eficiente, de buena calidad de sus productos, con un diseño especial y moderno.
Esta empresa utiliza nuevos usos tecnológicos, es decir, el uso de una pantalla 3D para transmitir la imagen de su producto, desde el punto de vista « cotidiano y útil » hasta el punto de vista de « moderno y adaptado a los nuevos tiempos».
Esta solución se añade al atributo psicológico que es la calidad percibida, ya que esta empresa no quiere vender un producto sino un estilo de vida innovador y diferente. Por eso, su objetivo podría ser « crear valor y satisfacción » al cliente. Le propone al consumidor calidad optima que es relevante con las necesidades del mercado y por supuesto con los de sus competidores.
La compañía holandesa Ikea ha hecho algo parecido a lo de esta empresa, es decir, encima del techo de una parada de autobús puso un cuarto de baño, se podía ver a una mujer arreglándose tal y como lo haría cualquier otra mujer en un baño. Esta publicidad hace interactuar con el consumidor y quede en boca de todos, se recuerda el producto o productos de forma rápida y muy visual.
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